Es recomendable utilizar un fijador o sellador si la pared es nueva. Las principales ventajas que ofrece el uso de un fijador es que permite, por un lado, mejorar el anclaje de la pintura de acabado y por otro que se igualen las diferencias de absorción del soporte. Estas ventajas siempre provocan un ahorro de pintura final y alarga la vida del sistema de pintado.